Archivo de la etiqueta: restaurantes

Cocineros tuiteros I: David Muñoz y los no show

Cocineros tuiteros I: David Muñoz y los no-show

Mesa de 6 confirmada y reconfirmada que no se presenta[…]”

Este otoño gracias a que David Múñoz decidió seguir tuiteando después de sus vacaciones de verano -y crucemos los dedos para que continúe- nos enteramos de que, sorprendentemente, hay quien reserva en Diverxo y luego no aparece.

¿Mala baba? ¿Olvido -difícil de creer dado que las reservas se confirman días antes…?

Ante el tweet, otros hosteleros como Germán Carrizo, de Vuelve Carolina, o los chicos de El Alquimista apuntaban que, por desgracia, los no show son un mal común en la hostelería. Y decenas de tuiteros apremiaban a Muñoz a implantar un sistema de reservas en el que se pida la tarjeta de crédito y se penalice si se cancela cerca de la fecha.

Daviz, que no tiene pelos en la lengua ni delante de un micrófono ni ante un teclado, completaba el tweet diciendo “Que asco…. Su teléfono directo a la página de contactos”.                                                                                                                  De poco sirvió.

Apenas un mes después, la semana pasada, el cocinero se lamentaba de la no aparición de otras 2 personas mientras que había 38 en lista de espera. Y además el cocinero italiano Massimo Bottura y un tal Güell, ambos de visita en Madrid, habían mostrado su interés por ir esa noche a cenar a Diverxo si quedara alguna mesa libre.

Los críticos gastronómicos José Carlos Capel Julia Pérez Lozano acompañaron esa noche a Bottura y a su equipo a StreetXO y -como no podía ser de otra manera- fue todo un acierto.

Esta mañana en Film&Cook le pregunté a David por las reacciones que habían despertado sus comentarios sobre los no-show; y aunque él pensaba inicialmente que quería que hablara sobre las quejas por el nuevo sistema que implantará en breve, en seguida entendió que no.

Pero lo que más me gustó fue como al momento sabía que le hablaba de Twitter -tanto en esa como en mi siguiente pregunta- sin haber mencionado yo la red social o como pone en mis presentaciones, ‘la red de microblogging’.

*** Comer para contarlo; cocinar para tuitearlo. Un repaso a la gastroactualidad en Twitter.***

Guía Michelin NY 2014: tres curiosos estrellados

“Gracias @MichelinGuideNY por la Estrella. @CasaMono !! And thanks to the fabulous team #StarStruck !!” (sic)

Así, en español e inglés, agradecía el mediático chef Mario Batali en Twitter la estrella Michelin otorgada a uno de sus locales en Nueva York. Porque en Casa Mono se come cocina española, en especial, cocina catalana, que su chef ejecutivo Andy Nusser aprendió a cocinar en Cadaqués.

Captura de pantalla 2013-10-07 a las 19.46.38


Casa Mono abrió en 2009 liderada por Nusser; Nancy Selzer, que se encarga, entre otras funciones, de diseñar la carta de vino, una de las mejores de Manhattan, según el Wine Spectator; Anthony Sasso, gran conocedor también de la cocina catalana y chef del restaurante, y Batali y su socio en Babbo, Joe Bastianich.

“Casa Mono está pasando por su mejor momento. Son tapas elaboradas y el ambiente es como estar en España”, me comenta desde Nueva York Jose Morán Moya, autor del blog Spanihs Hipster.

DE PROYECTO EXPERIMENTAL DE ARTE Y GASTRONOMÍA A ESTRELLADO

Luciana Bianchi, chef y crítica gastronómica, resumía en un tweet al final de la gala de presentación de la New York City Michelin Guide 2014  lo que todos pensaban, que no había novedades noticiables: «No big news for Michelin NYC. Only one restaurant changed f/ 1 to 2 ** TriBeCa’s Jungsik. Here is the full list http://www.michelintravel.com/_uploads/2013/10/2014-NYC-Michelin-Guide-Press-Release.pdf«. 

En su cuenta de Instagram -imprescindible para estar informado de lo que ocurre en el panorama gastronómico mundial- manifestaba su alegría por la estrella otorgada a su amigo Fredrik Berselius, que abrió el restaurante ASKA hace 10 meses en Kinfolk Studios, un espacio creativo multidisciplinar en Brooklyn, donde el chef danés comenzó inicialmente un proyecto de comida y arte llamado Frej.

[Cuando iba a subir este post, José Morán compartió en Twitter el link a este álbum de su visita a ASKA; y como me viene de perlas, se lo robo impunemente ;)]

¿Imaginan ustedes, lectores gastrónomos, un espacio parecido en España; arte y comida, repito, y estrella? ¿StreetXO en el Matadero, o en la Tabacalera?

TRIESTRELLADO FUERA DE MANHATTAN 

  Brooklyn Fare, el único triestrellado fuera de Manhattan, está pegado a la tienda de alimentación con la que comparte nombre -y web.

La lista de espera para cenar -solo se sirven cenas- ronda las 6 semanas y el precio, 255 $ el menú (propinas y vino aparte).

chefs_table_large

Si todo esto parece poca peculiaridad, la mayo reside en sus esencia: el ‘restaurante’ es realidad una mesa del chef dentro de la cocina de César Ramírez, con espacio para 18 personas, y un único menú de veinte platos en los que el marisco crudo y cocido tiene gran protagonismo.

A la salida, si se ha cenado en uno de los primeros turnos, se puede comprar leche y fruta para el desayuno del día siguiente y hasta crema de cara en este moderno colmado cuya dueña, Moe Issa, creo para dar servicio a los vecinos de su barrio.



De paseo por Bélgica (I): Belga Queen, Bruselas

Los belgas se toman lo de ‘salir a cenar’ como un acto social en sí mismo: le dedican horas, les gusta disfrutar de la conversación y del buen vino mientras comen… y entre plato y plato.
Y a veces hay que echar mano de paciencia, y de los idiomas para avisar a camareros o maitres de que se tiene prisa y de que, por favor, no tarden demasiado en traer los platos.
Este último consejo nos lo dieron en Pakhuis, en Gante, uno de los muchos establecimientos de hostelería que llevan en Bélgica el sello de Antonio Pinto.


ANTONIO PINTO: COCINERO ANTES QUE ARQUITECTO DE INTERIORES
Pinto llegó de su Portugal natal a Bélgica siendo un adolescente; se matriculó en la escuela de Bellas Artes de Lieja y trabajó como cocinero para pagar sus estudios. En su ficha en la web de Durlet se cuenta que en 1976 abrió su primer restaurante y que cuatro años después era considerado uno de los 100 mejores chefs de Europa Central.
Y como no encontraba decoradores que le gustaran para sus locales, acabó combinando sus dos pasiones, cocina y arquitectura de interiores, y montó Pinto and co, estudio especializado en la decoración de restaurantes y hoteles. Entre ellos, el suyo, Belga Queen.

BELGA QUEEN: PARA VER, DEJARSE VER, FOTOGRAFIAR… Y COMER BIEN
“¿Vais a cenar en el Belga Queen? Es un sitio de foto, tiene una decoración increíble; ¡NI las puertas del baño pasan desapercibidas!” Y cuánta razón tenía nuestro guía por Bruselas: al hacer check-in en Foursquare desbloqueé el badge de ‘lugar fotogénico’, y una vez dentro, no sabía dónde no mirar:
Columnas de mármol, cristaleras estilo art deco en el techo, molduras… Una escultura de un caballo de tamaño real al lado de una mesa… Y metros y metros de fondo y altura en los bajos de un edificio del siglo XVIII que fue antes banco y hotel.

Interior del Belga Queen Bruselas (y yo).

¿Y la comida?
Pinto presume de que todos los productos que se usan en su cocina son belgas.
Era nuestra primera noche en Bélgica y nuestras apetencias iban en línea ‘marítima’ y crudófila, así que es de suponer que el salmón (ahumado), las ostras, los mejillones a la mantequilla de caracol y las gambas procedían del Mar del Norte. Todo espectacular, excepto la gambas, correctas; y todo en amplias raciones.
De postre, tarta de frambuesa, garnacha y chocolate negro. Pedimos un blanco francés tan simple que no es digno de mención, pero no conocía ninguno de los asequibles -la carta de vinos es amplia con referencias internacionales, pero precios altos-

Ostras
Ostras fotografiadas con mala luz.

Mientras cenábamos, llegaba un inexplicable olor a puro, cuyo origen descubrí horas después, al comprobar que en la parte baja hay un club de jazz que es a la vez club de fumadores.

  • * El servicio: lento, y los camareros, agrables y dispuestos a explicar los ingredientes sin traducir al inglés (no hay carta en español). Pero a veces hay que esforzarse para captar su atención; la misma mesa puede ser atendida por varios camareros.
  • * Los baños merecen una visita.
  • * Precio medio: 60-70 euros.

Post data (sin data).: Casi todo lo que se ve en el local, decoración y vajilla, se puede comprar en la recepción o en la tienda de Durlet.
Post data (sin data) 2: El local se completa con un bar de ostras y otro de cócteles y copas, ambos a la entrada.

Belga Queen Rue Fossé aux Loups 32 Bruselas
http://www.belgaqueen.be